INCAS
Estructuras económicas:
Para el análisis sobre éstas estructuras debemos tener en cuenta dos principios: Reciprocidad y redistribución.
La reciprocidad se aplica a las relaciones entre individuos o grupos simétricos (dentro de una misma comunidad o ayllu), donde los deberes económicos de unos implican los deberes de otros, en un intercambio mutuo de dones y contradones.
La redistribución, en cambio, supone una jerarquía; por una parte, se aplica a grupos, y por otra, a un centro coordinador (organización estatal o Inca).
La vida económica es definida por este doble movimiento: Agrupación en el centro de los productos y posterior difusión de aquellos aportados por los grupos hacia otros grupos.
En este esquema debe atribuirse un lugar especial a los jefes locales (curacas) quienes son los que llevan adelante la reciprocidad comunal y la redistribución estatal.
Producción:
El proceso productivo no solo se define a partir de la ecología y la tecnología, también tienen una participación fundamental el Estado y la comunidad rural, organizando y llevando adelante las fuerzas productivas.
Geográficamente, Perú es un país de contrastes: desde el nivel del mar hasta las más grandes alturas habitadas, une el desierto desnudo y la selva frondosa, el calor permanente y la nieve eterna.
Este conjunto se puede simplificar en tres zonas fundamentales: en el oeste, la costa árida del Pacifico; en el centro, la sierra andina, fría y relativamente seca (a su vez cortada por valles profundos, sobre en cuyas laderas se escalonan numerosas variedades climáticas); al este, las colinas y la llanura de la selva tropical, húmedas y calientes.
En la región central conviene distinguir, por lo menos, dos subcategorias: Una , la zona del altiplano, fría y recubierta por una estepa herbosa (la puna); La segunda, las pendientes medias de la zona quechua, templada y tapizada por una estepa arbustiva más rica.
No es casualidad que el valle de Cuzco haya sido la cuna de la civilización inca: aprovecha tanto las ventajas de zona media y de la proximidad de la puna, así como de las correspondientes a la selva oriental.
La variedad de los suelos y de los climas asegura la diversidad de los recursos: maíz, papa, quinoa, oca, crianza de las llamas, etc. De ahí el carácter “vertical” de la economía andina, que asocia los productos complementarios de parcelas de cultivo escalonadas en altitud.
Para ejemplificar este control vertical de los pisos ecológicos vamos a describir la producción de dos comunidades: los Wanca y los Chupaychu.
Los Wanca:
El grupo más grande de esta comunidad, el núcleo, estaba establecida en el valle de Mantaro, donde estaban las tierras agrícolas más productivas de los Andes centrales.
Pero también mantenían constante contacto con pequeños nichos o pisos a distinta distancia y altura de donde obtenían los productos complementarios de su economía.
La zona principal, estaba subdividida en tres pisos agrícolas, parcialmente integradas. En la zona inferior, el fondo del valle (3.200-3.500 m.) las cosechas nativas eran maíz, quinoa, leguminosas y tubérculos andinos tales como la papa, la oca, el ulluco y la mashua. Esta zona da sus máximos rendimientos en maíz y quinoa.
En las laderas adyacentes (3.370-3.750 m.) las cosechas nativas más productivas son los tubérculos y el lupino o altramuz.
En la zona agrícola más alta (3.600-3.900 m.) se obtienen buenas cosechas de tubérculos y quinoa.
Por sobre los 4.000 m. las pasturas de puna extensas servían a los rebaños de llamas y alpacas.
Los cultivos de climas cálidos como la coca, fruta o ajíes se obtenían ya sea a través de intercambio con los grupos que habitaban allí permanentemente o a través de la explotación directa de la montaña al este.
Los Chupaychu:
El núcleo de esta comunidad estaba situada en el alto Marañón.
Al igual que el anterior grupo, también tenían zonas periféricas de producción, tanto arriba como por debajo del núcleo.
El núcleo de esta comunidad estaba asentada entre los 3.000 y los 3.200 m. Allí se cosechaba la mayor parte de la producción económica, el maíz y los tubérculos, como ser la papa.
Arriba, a tres días de viaje (4.ooo m.), en la zona del Chinchaycocha, pastaban sus rebaños y en la zona de Yanacachi explotaban salinas
Hacia abajo, a tres o cuatro días de viaje, tenían cocales, algodonales, cosechaban ajíes y también obtenían la madera de los arboles de la ceja de la selva
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